La vida de los centros juveniles y oratorios de la Inspectoría Salesiana de Venezuela se ha visto alterada en los últimos años a causa de la pandemia, como la de sus responsables y destinatarios. Todo ello, les ha hecho adaptarse a las nuevas necesidades que han ido surgiendo, manteniendo su oferta de actividades con acompañamiento online, semipresencial, presencial, integral e individual.
El período de julio y agosto es uno de los más importantes para los jóvenes animadores de los oratorios y centros juveniles salesianos, ya que promueven, junto con los salesianos y los colaboradores laicos, las actividades educativas y evangelizadoras durante el tiempo de vacaciones. “Son experiencias inolvidables, porque con ellas los participantes se divierten, hacen nuevos amigos, mejoran sus habilidades sociales en las relaciones con los demás, crecen en el respeto, la tolerancia y la libertad, aumentan su autoestima y confianza, desarrollan su independencia y autonomía, aprenden y practican valores, asumen un estilo de vida saludable a través de la vida cotidiana y dan valor a sus familias y entornos sociales”, explica el padre Jorge Bastidas, Delegado para la Pastoral Juvenil de la Inspectoría.
Este año la Inspectoría estima que participarán cerca de 10 mil personas durante las vacaciones, entre animadores y destinatarios. La Comisión de Oratorios y Centros Juveniles presidida por el padre Bastidas lanzó la propuesta a nivel nacional con el lema: “Con el poder del Amor, todo es posible”.